Durante años nos hicieron creer que la única forma de ser sexy era usando colaless. Que menos tela era más deseo. Que el encaje apretado y el hilo dental eran sinónimo de seducción. Pero… ¿y si te dijera que eso es puro mito?

La realidad es que el verdadero poder de la lencería no está en cuánto muestres, sino en cómo te sentís y los misterios que puede haber debajo de las telas... Y la vedetina, esa bombacha injustamente subestimada, puede ser tan (o más) sensual que cualquier colaless si está bien elegida.

Porque ser sexy no debería doler. Ni marcar. Ni incomodar.
Ser sexy es tomar café en bombacha un domingo a la mañana.
Es mirarte al espejo y sonreírte sin necesidad de estar “lista” para nadie.
Es sentirte linda para vos, incluso cuando no te va a ver nadie más.

Y ahí es donde entra la vedetina: cómoda, favorecedora, con esa curva suave que acompaña el cuerpo en lugar de pelearlo. En encaje, en algodón, con transparencias o con recortes modernos. No es una prenda antigua. Es un lienzo para que vos le pongas la actitud.

Así que la próxima vez que abras el cajón, no subestimes esa bombacha que tiene mas tela, porque si, la vedetina tambien enciende.